24.9.12

Hace un año, iba a tu casa (tan descaradamente) porque habías discutido con tu ex, una cosa llevo a la otra y bue, ahí estaba yo. Ahí estaba yo, un poco alborotada por la mezcla de ron y fernet que había hecho.
Otra vez, una cosa llevo a la otra, y al primer beso. Y a que todo empiece.
Nos vimos al día siguiente, a los dos días (me quede a la despedida y hasta el sábado para vernos), y así toda la semana. Hablabamos de cualquier cosa, nos cagabamos de risa. Algo había.
Claro que seguías con la pendeja pero no me importaba mucho (por lo menos al principio), era un día ella y otro yo, o hasta a veces eran los dos conmigo.
Empezó a pasar el tiempo, ya era un mes aproximadamente y me querías. Y ahí si empezó a molestar lo otro, porque ya no era calentura o un capricho o un bolaso: ya me querías y yo también.
Antes del mes llegó la primera desilusión. El primer "hasta acá llegamos". Por supuesto ninguno de los dos pudo mantener eso, y ni bien pise Gualeguay de nuevo, ya nos estabamos viendo.
El mes y medio trajo una segunda desilusión, con la que si parecía que todo iba a terminar. Pero no. Así que no se si yo era muy pelotuda o de alguna manera sabía que todo iba a cambiar.
Y cambió. Al segundo mes ya no había nadie mas que nosotros.
Y acá estamos ahora, festejando el primero de muchos aniversarios (espero). Aunque es el aniversario de cuando empezó todo y habían terceros, idas y vueltas. Pero un año juntos al fin.
No hay nombre para todo lo que hemos pasado.
No hay forma de explicar todo lo que te amo.
Infinitas son las gracias.