11.9.12

Y con el tiempo me enseñaste qué es el amor, y que en la cama no hay restricción. Hoy sé que no debe existir placer como admirarte reír. Nunca va a haber otro hombre que me ame así.
Y yo voy a sonreír, mientras que las sábanas que cubren nuestros cuerpos no dejen escapar el fuego que se encendió por nuestras pieles haciendo fricción.



Momentos en los que me doy cuenta
lo dependiente que soy de vos,
te fuiste hasta el domingo.
Espero no morir en la espera já